domingo, 10 de noviembre de 2013


 ¿Cómo evalúo?





Creo firmemente, que el proceso de evaluación es un proceso continuo, que se transita a diario en el espacio de trabajo dónde se construye el conocimiento (aula o laboratorio).
Evaluamos cuando hacemos una pregunta al grupo, cuando alguien nos hace una pregunta, cuando un alumno responde la pregunta de otro alumno, cuando alguien pasa al pizarrón para resolver un problema y otro logra ver un error, y defiende,  argumentando con base teórica, su posición.


Muchas veces siento que a algunos alumnos no sería necesario evaluarlos formalmente, porque demostraron con creces durante el proceso, de todo lo que se habían apropiado.

Durante la primera semana de clases, preparo una evaluación diagnóstica, que me permite tener una noción de los conocimientos que traen los alumnos (conocimientos previos)
En general mis evaluaciones son escritas e individuales.  
Tomo 2 evaluaciones por trimestre, salvo cuando quiero hacer un sondeo de cómo están procesando los conocimientos, y en ese caso tomo otra evaluación, que me alerta si debo retomar algún concepto  o darme la tranquilidad de poder seguir adelante.

En las evaluaciones, siempre que el tema lo permita, trato de relacionarlas con contenidos vistos anteriormente y también, que la situación de examen los lleve lo más cerca de la realidad posible. Por ejemplo, cuando evalúo estequiometría, los reactivos no están puros, o están en solución, o también, muchas veces cuentan con más datos de los que necesitan para resolver el problema, etc.
Este es un ejemplo de evaluación de Gases
tomada a alumnos de 4º año. En este tipo de evaluaciones, trato de evaluar el proceso de aprendizaje del alumno, con las formas de razonamiento que aparecen dentro de la evaluación.





En uno de los colegios donde trabajo, y pensando en permitirles a los alumnos de 5º año enfrentarse con un “Choice” antes de llegar al CBC, una de las evaluaciones del trimestre, debe ser de este tipo. Trato entonces, de utilizar la modalidad de Choice, en las evaluaciones de respuesta única, como por ejemplo, nomenclatura.
Aquí  un ejemplo, dónde se evalúa a alumnos de 5º año Mercantil,  nomenclatura e isomería de compuestos orgánicos.


Solamente en las prácticas de laboratorio, dónde los alumnos deben aplicar los conocimientos teóricos para la resolución de un problema (por ejemplo, cálculo de la concentración de una solución de soluto conocido a partir de la determinación de su pH, etc.) son de resolución grupal. En este caso, el grupo de trabajo debe compartir la resolución del práctico conmigo, por medio del Drive, el cual me permite el seguimiento del aporte hecho por cada alumno que integra el grupo.

Sobre todo pensando en nivel medio, si bien las evaluaciones sirven para acreditar los saberes de los alumnos, siento que también evalúan nuestras prácticas.
A veces, de acuerdo a los resultados obtenidos con un curso, debemos preguntarnos qué pasó en ese trayecto para obtener esos resultados.
Debemos entonces  retomar los conceptos no entendidos, para llegar a tener  cimientos  firmes, y recién en ese momento, permitirnos seguir construyendo el conocimiento.




4 comentarios:

  1. Coincido con tu reflexión acerca de algunos alumnos para los cuales la evaluación formal es sólo una formalidad porque sabemos que se apropiaron del conocimiento. Creo que en estos casos, la utilidad de la formalidad está en permitirles saber que sí lo hicieron, dándoles la seguridad de haber integrado los saberes.
    Nos leemos.

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  2. Hola Patricia: hace unos años considero también el proceso de evaluación como un proceso continua, el mismo debe estar al servicio de los alumnos acompañandolo durante el camino que recorren para el aprendizaje, ayudándole a superar obstáculos cuando se presentan, orientarlos y brindánles la retroalimentación que cada uno necesite. También utilizo, como vos, una evaluación diagnóstica para conocer los saberes previos de los alumnos y ajustar de esa manera la planificación de curso. Tengo alumnos con los tuyos ,que por su desempeño no necesitan evaluarlos formalmente. Creo igual que vos que la evaluación no sólo debe ser del desempeño del alumno, sino tambien todo el proeso de enseñanza y aprendizaje , incluyendo nuestro desempeño como docente. En defintiva tenemos muchos puntos en común.

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  3. Hola Patricia / compañeros, a mí la afirmación de “a algunos alumnos no sería necesario evaluarlos formalmente, porque demostraron con creces durante el proceso, de todo lo que se habían apropiado” me despierta preguntas. ¿Hay una evaluación formal y otra informal? ¿Cuándo señalamos que los alumnos demostraron con “creces”, no estamos aplicando criterios e indicadores?, ¿son estos explícitos (en el sentido de públicos para todos)? ¿Y entonces?

    Por otra parte, es muy interesante luego el visualizar que la tendencia en la evaluación señalada es “escrita”, lo cual en buena medida se tensiona con “eso otro que vemos en el proceso”, ¿qué es eso otro que vemos? ¿Podemos proponerlo / habilitarlo para todos? Es decir, si en una pregunta de un alumno podemos observar su nivel de comprensión, ¿no sería interesante invitar a todos los alumnos a que se hagan preguntas? ¿Nuestras propuestas de evaluación actuales, están motivando el nivel de comprensión que vemos se desarrollan en los alumnos por otros caminos diferentes a la expresión escrita de conceptos?

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  4. Hola Patricia:
    La evaluacion en forma oral tambien es muy adecuada desde mi punto de vista, aunque la que se toma en forma escrita resulta mas eficiente y rapida, en ciertos aspectos, en el que se requiere tomar a un grupo numeroso. Sin embargo, veo con interes y creo que es interesante la evaluacion que permite al alumno disponer y utilizar todos los medios que desee para lograr explicar y demostrar lo que conoce de los temas evaluados.
    Monica Vargas
    Docente

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