Esta cuarta semana fue denominada por los diseñadores de este curso “Crear
el presente e imaginar el futuro”
¿Quién puede hacerlo? El presente que estamos viviendo, es un presente
con un cambio incipiente, lento, resistido pero acompañado por muchos docentes,
que entendimos que las TIC ya no pueden pensarse como un cambio, ya que están
instaladas, conviven con nosotros y más aún, representan el lenguaje, la
cultura, una forma de ser y actuar y la forma de comunicación de nuestros
alumnos.
Por qué elegí como título de mi posteo Crear el Presente, sí. Pero…
imaginar el futuro?
¿Quién pudo volar tan alto (felicitaciones para él y mi admiración por
permitirse imaginar) y pensar que algún día estaríamos rodeados de “Vidrio inteligente”?
¿Quién pensó en ver sobre nuestros anteojos, toda la
información de nuestro teléfono celular sin necesidad de usar tus manos y sólo usando
tu voz?
¿Cómo imaginar que la información disponible sería nuestro “sexto
sentido”?
Verdaderamente, la tecnología lleva un ritmo vertiginoso, inalcanzable,
impensado, lo que lo hace apasionante y digna de transitarse.
Todo lo visto me lleva a un video de Cristóbal Cobos, de la semana 3,
donde se hacía mención que en este siglo XXI, la exclusión estaba dada por la
posibilidad o no de tener conexión a internet.
Obviamente, esa conexión que permitirá la inclusión, no solamente desde
el punto de vista educativo, ya que es la que nos permitirá disfrutas de esos “vidrios
inteligentes”, a los “anteojos
informados”, o a nuestro tecnológico “sexto sentido”.
Pensando esto, y la importancia de decirle definitivamente sí a la
inclusión de las TIC al ámbito de la educación, les pido a todos aquellos
actores de los distintos escenarios educativos, directivos, autoridades
gubernamentales, docentes, etc., que hagan click en la imperdible conferencia "Leer y escribir en secundaria
con portátil y wifi" brindada por Daniel
Cassany (2013) en Congreso Latinoamericano para el Desarrollo de la
Lectura y la Escritura. IV Foro Iberoamericano de Literacidad y Aprendizaje.
A todos estos actores, les pido, que traten de imaginar el
futuro inmediato que les debemos a nuestros alumnos, brindándoles una educación
repensada, con nuevos paradigmas, donde el panal
cognitivo, la inteligencia colectiva y distribuida, no sea pensable solamente
para investigadores, donde el pensar en abanico no sancionado, donde no sea
sinónimo de “pánico docente” el permitir los celulares o las netbooks en el
aula, donde los contenidos que enseñemos, sean significativos para nuestros
alumnos y los puedan mirar críticamente.
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